Mi preciosa, dulce y querida primavera,
Dónde estás ahora que el hielo me congela,
Ahora, que el frío corre por mis venas,
Y ahora, que la vida me llena de penas...
Deja de esconderte,
Que no te pido milagros,
Tan sólo te ruego,
desesperadamente:
Vuelve pequeña, vuelve a mi vida,
Vuelve pequeña, vuelve que eres mía.